Bunny Must Die - El Metroidvania "Moe Moe"

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¡Buenas a tod@s! Aquí vengo una entrada más con otro de esos juegos segundones que tanto nos gustan a algún@s. Un par de entradas atrás os hablé sobre Valdis Story, uno de los “Metroidvanias” más interesantes que he tenido el placer de jugar recientemente y que os recomiendo encarecidamente si os gusta el género, y en esta nueva entrada os traigo otro juego que sigue esa misma senda: Bunny Must Die: Chelsea and the 7 Devils. Bajo este curioso (y largo) título se esconde otro interesantísimo Metroidvania, que es a su vez una parodia de algunos de los títulos en los que se inspira. Veamos qué tiene que ofrecernos la aventura de la intrépida conejita Bunny.

Contemplad las temibles armas de destrucción felina.

Desarrollado originalmente por el equipo indi japonés Platine Dispositif, y publicado posteriormente en el mercado occidental por Rockin Android añadiendo ciertos extras, Bunny Must Die es un juego doujin de acción/aventura en 2D que sigue la estela de grandes clásicos como Super Metroid o Castlevania Symphony of the Night, ofreciéndonos una alocada aventura de acción y exploración desafiante como pocas, sazonada con un poco (bastante) de humor y locura nipona que quedan patentes desde la escena de introducción del juego. Como siempre, la historia en estos juegos suele ser lo de menos, aunque como siempre también, debido a la eterna búsqueda de la innovación en la que los japoneses están siempre enfrascados, Bunny Must Die no quería ser menos a la hora ofrecernos “algo distinto”, y lo consigue, pues la historia, distinta, lo que se dice distinta, es... La historia de Bunny Must Die nos sitúa en un mundo paralelo en el que, tras una terrible Guerra Mundial Felina (por eso yo siempre he sido más de perros), el mundo vuelve a estar en paz. Un día una central de “energía felina” explota, atrapando a nuestra protagonista, Bunny, en la explosión, lo cual hace que a Bunny le salgan unas “horrorosas” orejas de gatita, que se suman a las simpáticas orejas de conejita que ya tenía. La pobre Bunny se ve incapaz de superar este “horrible revés del destino”, porque claro, tener orejas de conejita tiene un pase, ¿pero de gatita? ¿Y a la vez que las de conejita? ¿Sin trabajar como maid en Akihabara? ¡No, no, no, por Dios! Así que decide adentrarse en el Laberinto de los Demonios donde cree que podrá encontrar un remedio para el mal que la atormenta. Sí, ya, también podría haber ido a un cirujano plástico, pero son muy caros, y no es nada original... En fin, ¿habéis visto qué fácil es crear la historia de un juego? Algunos se rompen los cuernos intentado dar con “la gran idea” que dé comienzo a su juego, en Japón, cuando no sabes qué hacer, mezclas el drama de una conejita traumatizada en traje de baño con una Guerra Mundial Felina y unos cuantos demonios, y venga, a jugar. Si es que nos llevan años de ventaja...

Dos de los "temibles" jefes del juego: el minino asesino gigante, y el vampiro exhibicionista imitador de Elvis.

A simple vista, la alocada historia y estilo gráfico retro podrían llevar a muchos a caer en el error de pensar que Bunny Must Die es solo “otro juego chorra” más, pero nada más lejos de la realidad, Bunny Must Die es un Metroidvania en toda regla que esconde bajo su alegre y colorido (y pixelado) envoltorio un profundo sistema de juego que pondrá a prueba hasta a los jugadores más veteranos. Al igual que los clásicos en los que se inspira, en Bunny Must Die tendremos que explorar las diferentes zonas del Laberinto de los Demonios para hallar la solución al problema de Bunny. Muchas de las zonas serán accesibles desde el principio, mientras que a otras no podremos acceder hasta que no hayamos conseguido primero la habilidad necesaria para ello, lo cual hará que tengamos que revisitar algunos lugares para poder acceder a nuevas zonas a las que antes no podíamos acceder. Las zonas serán de lo más variadas, haciéndonos atravesar desde laboratorios secretos subterráneos a lo Super Metroid, hasta castillos encantados a lo Castlevania. Cada zona contará con su correspondiente jefe,  que van desde adorables gatitos gigantes que intentarán aplastarnos con sus esponjosas patas, a vampiros exhibicionistas que lanzan bolas de fuego de la punta de... sus partes pudientes. Sí, sí, habéis leído bien... Lo siento chavales, pero lo de chupar sangre está ya muy pasado de moda... Cómo podéis ver, los jefes están a la “altura de la historia”, de hecho creo que hasta los creadores del mítico Parodius se sentirían orgullosos de unos jefes así, y eso es mucho decir.

Mapa completo

En cuanto al sistema de juego, al igual que Castlevania o Super Metroid, Bunny Must Die alterna zonas de acción con zonas de plataformeo puro. La zonas de plataformas, aunque en un principio podrían parecer fáciles, serán más complicadas de lo que pensamos, pues dependiendo de si nos movemos o no el tipo de salto que realizará Bunny será distinto, así tenemos que si saltamos sin movernos los saltos serán más altos aunque más cortos, mientras que si saltamos en movimiento los saltos serán más bajos aunque más largos. Este sistema nos obligará a evaluar bien cada situación para utilizar el tipo de salto adecuado. Yo personalmente os recomiendo acolchar bien la zona alrededor de donde juguéis por lo que le pueda pasarle al mando/teclado tras los más que posibles ataques de rabia acompañados de sus correspondientes espumarajos y blasfemias varias... Sobre las habilidades que obtendremos, irán desde las típicas que nos permitirán rebotar contra la pared, hasta otras más... curiosas, como una que nos permitirá andar hacia la derecha. En efecto, no podréis desplazaros hasta la derecha hasta que no consigáis el objeto necesario para ello, así que no hace falta que os volváis locos nada más comenzar la partida intentando configurar bien vuestro mando/teclado. Las habilidades más importantes serán las que nos permitirán manipular el tiempo de distintas formas, lo cual será indispensable para poder resolver algunos de los puzles del juego. Durante la partida, además de la “barra de vida”, contaremos con la “barra de tiempo” que indicará la cantidad de tiempo que tenemos disponible para utilizar los poderes relacionados con la manipulación del tiempo, pudiendo expandir ambas barras recogiendo los diversos objetos ocultos en el laberinto. Además de las habilidades, Bunny dispondrá de varias armas que podrá conseguir rompiendo los candelabros (otro guiño a Castlevania) que encontrará esparcidos por todo el laberinto, tales como dagas, espadas y cadenas con bolas de hierro, cada una con sus características propias que las harán más o menos útiles en función de la situación. Solo podremos llevar un tipo de arma en cada momento, por lo que cada vez que recojamos un arma la sustituiremos por la que llevábamos hasta ese momento, lo cual hará que tengas que plantearte siempre si realmente vale la pena cambiar el arma que llevas, ya que de lo contrario tendrás que esperar hasta encontrar un arma que te vaya mejor en otro candelabro. Y por si todo esto fuera poco, si logramos terminar la partida cumpliendo ciertas condiciones desbloquearemos a un segundo personaje jugable: Chelsea. Aunque el mapa será el mismo, las habilidades de Chelsea son completamente distintas a las de Bunny, por lo que la forma de afrontar las distintas situaciones cambiará por completo, alargando así la vida útil del juego.

                                  Los dos personajes jugables: Bunny (izquierda) y Chelsea (derecha)


Bunny Must Die es un juego que nunca llega a tomarse en serio a sí mismo, lo cual curiosamente ayuda a darle aún más personalidad al juego, convirtiéndolo en un título que seguro hará las delicias de todos aquellos fans de las aventuras de Samus Aran y Alucard. Podéis comprar el juegoen la página de Steam. Si tenéis ganas de una dosis de aventura clásica, dadle una oportunidad a la simpática Bunny, no es un juego perfecto, pero seguro que no os decepcionará, por lo menos el vampiro pervertido eyaculador de bolas de fuego seguro que no. ¡Que lo disfrutéis! ¡Y acordaos de acolchar las paredes!



VÍDEO GAMEPLAY: https://www.youtube.com/watch?v=Uk4JhDi34c4