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miércoles, 8 de julio de 2015

Prinny - El héroe que los videojuegos se merecen, y necesitan



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¡Muy buenas a tod@s! ¿Qué tal van esas clases intensivas de psiquiatría y supervivencia? ¿Bien? Espero que la sobreexposición prolongada a la locura no haya empezado a hacer mella en vuestra mente. Por lo menos no podéis quejaros de que nos os avisé. En fin, para contrarrestar un poco toda la oscuridad de la última entrada (la locura quizá no tanto), en esta nueva entrada os traigo algo bastante más alegre, en concreto uno de los mejores juegos de plataformas en 2D que he tenido el placer de jugar en los últimos años, y seguramente también uno de los más difíciles. Me estoy refiriendo a Prinny, Can I Really Be the Hero?. Veamos qué nos ofrece la aventura del pingüino más famoso del inframundo.


Etna echándoles un rapapolvo a los pobres prinnys.
El juego usa un estilo gráfco 2.5D.
Prinny, Can I Really Be the Hero? es un juego de plataformas en 2D desarrollado en exclusiva para PSP por la compañía japonesa Nippon Ichi Software, una de mis compañías favoritas y que es de sobras conocida entre los jugones de los RPG tácticos gracias a su buen hacer en este género, lo cual ha dejado patente con juegos de gran factura como Disgaea, su saga más conocida, y otros juegos como La Pucelle Tactis, Phantom Brave, Makai Kingdom o Soul Nomad, juegos que han llevado a Nippon Ichi Software hasta la cima del género, aunque al parecer esto no es suficiente para estos nipones amantes de lo bizarro, por lo que de vez en cuando también se prodigan en otro tipo de géneros, y la verdad es a tenor de los resultados obtenidos con las aventuras del intrépido (¿pingüino?) Prinny, hay que decir que se desenvuelven con bastante soltura. Sé que en un principio a muchos les puede resultar extraño que una compañía especializada en juegos de RPG, y más en concreto del subgénero táctico, sea capaz de hacer un juego de plataformas competente, pero como comentaba, los que conocen a Nippon Ichi saben que de estos muchachos se puede esperar cualquier cosa, pues son unos especialistas en hacer de lo “extraño” su marca personal, y Prinny, Can I Really Be the Hero? es solo una muestra más de ello. Empezaremos como siempre explicando un poco la “historia” del juego, aunque primero definiremos qué es un “prinny” para los menos versados en el mundo de Disgaea. Veamos, un prinny es un cuerpo artificial creado por los ingenieros demoníacos del inframundo, al cual le han otorgado la forma más estrafalaria y humillante posible, esto es la de un pingüino rechoncho con alas de murciélago diminutas, patas de palo y una riñonera que sería la envidia de cualquier vendedor ambulante de mercadillo. Cuando las personas de mala vida como los asesinos o los ladrones, o aquellos que han cometido un pecado capital como el suicidio, van al infierno, sus almas son cosidas en el interior de un prinny, viéndose obligados a llevar una vida de servidumbre trabajando como soldados o sirvientes para los señores del inframundo hasta haber expiado todos sus pecados, y poder ganarse así el derecho a reencarnarse, lo cual como podréis imaginar no será nada fácil con semejantes pintas en un lugar plagado de todo tipo demonios sádicos y retorcidos a los que les encanta abusar de los más débiles, y donde los prinnys son de lejos los más débiles. En pocas palabras: un prinny es un auténtico pringao. Ah, sí, y un último “detalle” importante: por si todo lo de antes parecía poco, los cuerpos de los prinnys son extremadamente volátiles y explotarán en mil pedazos al menor impacto, por lo que uno de sus usos/destinos más comunes es acabar siendo utilizados como granada de mano por uno de sus amos cuando estos no tienen ninguna otra arma a mano... o simplemente no tienen un cojín para desahogarse. Pues bien, ahora que este punto ha quedado claro, pasaremos a la “historia” del juego. Al parecer alguien se ha atrevido a robar el postre favorito de Etna, una de las principales líderes del ejército del inframundo, lo cual es un ultraje que Etna no está dispuesta a perdonar, por lo que le ha ordenado a su ejército personal de prinnys que lo recuperen a toda costa si no quieren que Etna los use como bombetas en la próxima verbena. Y punto. Tranquilos, lo que habéis leído es todo cierto (menos lo de la verbena), no son los efectos secundarios de haber jugado a Darkest Dungeon, es simplemente que Nippon Ichi nunca ha sido famosa por la seriedad y dramatismo de sus historias, sino más bien por todo lo contrario, de hecho casi se podría decir que la saga Disgaea es el Parodius de los RPG tácticos, así que un spin-off de la saga con su mascota como personaje principal no podía ser menos, por lo que ya os podéis ir preparando para un viaje plagado de bizarradas japonesas Made in Nippon Ichi.

Uno de los jefes del juego.

Como he comentado antes, Prinny es un juego de plataformas en 2D a la vieja usanza, aunque el juego cuenta con una serie de características únicas marca de la casa de Nippon Ichi que ayudan a otorgarle una gran personalidad. Nuestra misión consistirá en superar una serie de fases de plataformeo para derrotar al jefe final de cada fase y conseguir así uno de los ingredientes que necesitaremos para el postre de Etna, algunos de los cuales podrían perfectamente hacer vomitar al mismísimo Rambo. Para lograr esta hazaña contaremos con un ejército compuesto por 1.000 prinnys, o lo que es lo mismo a efectos del juego, mil vidas. Sí, sí, habéis leído bien. Tendremos 1.000 vidas para completar el juego, ni una más, ni una menos, eso sí, sin “continues”. Aunque en un principio podría parecer una cantidad más que generosa, pronto nos daremos cuenta que nuestro número de vidas/prinnys descenderá a la velocidad a la que Nintendo hace juegos del fontanero bigotón debido a la DESQUICIANTE dificultad del juego, que no dudará en torturar a nuestros prinnys (y por ende a nosotros) sin piedad, haciéndonos sentir en nuestras propias carnes las penurias por las que estas pobres almas condenadas tienen que pasar en su vida diaria como sirvientes del inframundo. De hecho, el juego entero en sí podría casi llegar a considerarse una tortura para prinnys. La aventura cuenta con seis fases iniciales, las cuales podremos superar en cualquier orden para conseguir los ingredientes del postre de Etna. Las fases serán:



Nethergrasslands
Situado al norte de la base de los prinnys, este pacífico paisaje se transforma en un lugar sumamente hostil al caer la noche. La zona está controlada por una bestia con un apetito voraz conocida como el Ogro Gurmé.




High Tome Forest
Dicen que todo el conocimiento del inframundo se haya oculto en las profundidades de este bosque, protegido por todo tipo de demonios entre los que se encuentran los Gemelos.




Death's Watchtower
Antaño un lugar de ejecución de criminales, las almas condenadas aún vagan penando por sus pasillos, lo que sumado a los repentinos cambios de altura de la torre hacen de ella un lugar extremadamente peligroso.




Demon Sea Aria
Este casino flotante surca el Mar de los Demonios por la noche y se sumerge en las profundidades durante el día. Aquellos que se adentren en él harán bien en tener cuidado con la peligrosa guardia personal de Bok Choy, el misterioso dueño del casino.

 


Magma Hideout 
Esta guarida de ninjas está gobernada por la maestra ninja Hoshikage, conocida también como “Star Shadow”, y es también la guarida del dragón Lee-Shang Long.




Moab Fortress 
Esta enorme y laberíntica fortaleza es el hogar de ejército Moab. Aquellos que osen adentrarse se enfrentarán a un gran reto, aunque lo bueno es que el reto será el mismo tanto de día como de noche.





La base nos permitirá utilizar varias opciones.
Entre fase y fase visitaremos nuestra “base de operaciones”, la cual nos permitirá realizar diversas acciones a través de las opciones disponibles en ella, aunque muchas de ellas no estarán disponibles hasta que rescatemos primero el alma del personaje encargado de gestionar cada opción. Para ello tendremos que encontrar los orbes que encierran las almas de los personajes ocultos en las distintas fases el juego. Y hablando de objetos ocultos, el juego hace uso de un sistema de ciclos de día y noche, por lo que cada vez que superemos una fase, el tiempo avanzará. Esto afectará no solo a la composición de ciertas fases, sino al tipo de enemigos y objetos que nos encontraremos en ellas, pues estos variarán dependiendo del momento del día en el que entremos en las fases, lo cual hará que sea necesario rejugar las fases en los diferentes momentos del día si queremos conseguir todos los objetos ocultos en cada fase. Una vez completadas estas seis primeras fases, pasaremos a las fases finales las cuales tendremos que superar en un orden ya predeterminado, como pasaba también en la saga Mega Man de Capcom. Los objetos que podremos encontrar durante las fases nos permitirán desbloquear una gran cantidad de contenido extra de todo tipo que ayudará a expandir la vida útil del juego considerablemente, algo que es muy común en los títulos de Nippon Ichi. Entre el contenido extra se incluye la fase extra llamada Martial Tower, en la que nos enfrentaremos a nuevos jefes, y un modo de juego extra llamado Asagi Mode que nos permitirá jugar nuevas fases en una historia paralela y enfrentarnos a Asagi, personaje que aparece en varios capítulos de la saga Disgaea y que parece estar obsesionada con protagonizar su propio juego.

En algunas partes podremos utilizar vehículos.

En lo referente a los gráficos, como viene siendo habitual en todas las entregas de la saga Disgaea desde sus humildes principios, Prinny, Can I Really Be the Hero? hace uso de unos sprites realmente detallados y coloridos para dar vida a los personajes creados por el popular ilustrador nipón Takehito Harada, el cual se ha encargado del diseño de personajes de muchos de los títulos desarrollados por Nippon Ichi imprimiéndoles su peculiar estilo artístico, un estilo que se ha convertido en una de las principales señas de identidad de la saga Disgaea, y es que Disgaea sin Harada-san simplemente no sería Disgaea. Además los personajes cuentan con una gran cantidad de simpáticas y elaboradas animaciones que ayudan a resaltar su personalidad y el pintoresco humor del juego. Los fondos están realizados en 3D con todo lujo de detalle, consiguiendo así un efecto 2.5D la mar de resultón parecido al que utilizó por ejemplo Capcom para su Ultimate Ghosts´N Goblins también para PSP.

Edición especial del juego que incluye una funda de PSP, un peluche de Prinny, la BSO del juego y un cómic.

Por último me gustaría comentar también que las aventuras de Prinny se prologaron con una secuela también para PSP titulada Prinny 2: Dawn of Operation Panties, Dood!, que literalmente viene a ser algo como Prinny 2: Inicio de la Operación Bragas, que aparte de tener un título aún más peculiar que el de la primera entrega que os acabo de comentar, seguía paso por paso las pautas marcadas por esta a la vez que potenciaba ciertos aspectos. En esta nueva ocasión, algún diablillo pervertido ha robado las braguitas de Etna, así que siguiendo las órdenes de su ama, los prinnys se embarcan en una nueva aventura para dar con el paradero de la preciada ropa interior de la diablilla más sexy del inframundo, lo cual les llevará a sumergirse en una odisea aún más delirante y desquiciante que la anterior. En definitiva, tanto si sois fans Disgaea como si no, si tenéis una PSP y os gustan los juegos de plataformas clásicos y desafiantes, dadle una oportunidad al simpático Prinny, seguro que decepcionaros, no os decepcionará, ahora, desquiciaros... Yo no lo mezclaría con una dosis de Darkest Dungeon... En fin, ¡que lo disfrutéis!


VÍDEO GAMEPLAY PRINNY 1: https://www.youtube.com/watch?v=uJeutsprk3I

VÍDEO GAMEPLAY PRINNY 2: https://www.youtube.com/watch?v=DX9UqvHNtfU

El peor castigo para un prinny: pasarse su propio juego.

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